“Me he convertido en una incondicional de tus
canas, incluso de esa arruga que asoma cuando frunces el ceño en tus fingidos
enfados. La seriedad del traje y la corbata, impecables, contrastan con la
pulsera de cuero que surge indiscreta en tu muñeca cuando estiras el brazo para
escribir en la pizarra”.
Hay historias que necesitan de
dos para ser contadas. Esta es una de ellas.
No es fácil encontrar quién dé
vida a los personajes que voy creando. Mis criaturas son muy exigentes y no se
van con cualquiera. Pero “Noelia” lo tuvo claro desde el primer momento. Era el
cuento perfecto para Beatriz Melgares, actriz de grandes contrastes, y Sergio
Milán: actor, director y responsable del cortometraje “Para Sonia”.
La complicidad que se desprende
de cada palabra no es fruto de la casualidad, sino de la combinación de dos
personas que encajan como piezas de puzzle, dentro y fuera de estas líneas. Un
fantástico trabajo a dúo y con mucho cariño que ha cristalizado en este texto
que llevaba mucho tiempo queriendo compartir con vosotros.
Sentaros en la última fila de
esta clase de cualquier asignatura, de cualquier universidad, de cualquier ciudad,
y fijaros en la muchacha que tenéis a vuestra derecha, de increíbles ojos
verdes y aspecto tímido, que muerde el bolígrafo, distraída, mientras observa
al profesor que se mueve con seguridad al otro extremo de la sala.
Gracias a Sergio Milán, por
anudarse la corbata de profesor responsable y respetable, y a Beatriz Melgares,
por convertirse en una “Noelia” perfecta que consigue intrigarnos con sus
pensamientos y con sus decisiones.