“Seguro que esta falta de
protocolo al vestir irritará a mis jefes. Claro que, de todas formas, ya se
buscarían otra excusa para acabar echándome la bronca. Mejor ponérselo fácil
esta vez.”
No es sencillo crear un personaje, os lo aseguro. Pero aún es más
difícil buscarle la voz perfecta.
Cuando tropecé por casualidad con Carlos Moreno Palomeque, por alguna
razón, me lancé a la piscina y sin apenas haber cruzado cuatro frases con él le
pedí que me locutara un cuento.
Yo ya había oído cómo trabajaba este actor gracias a las demos que tiene
colgadas en su canal.
Esta vez, preferí mandarle el libro “Con nombre propio” para que él
eligiera el que más le apeteciera, pero yo ya tenía en mi cabeza el personaje
que le iba como anillo al dedo.
La sorpresa fue descubrir que ambos habíamos coincidido en elegir a
“Alex”: un pobre infeliz, con el dinero por castigo, que se siente
desaprovechado en la empresa para la que trabaja.
Carlos se mete en la piel de este personaje, consiguiendo que lleguemos a
verle con total nitidez (aunque estemos a oscuras) revolviendo las perchas del
armario y tanteando para elegir traje en otro día más de condena.
Gracias a Carlos Moreno Palomeque por su buen trabajo, por esa voz que
cambia como los cristales de un caleidoscopio y por ese final, perfecto y
pleno, que nos da la vuelta a todo el relato.
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