“De película”: hay historias que se cuentan desde la pantalla
y otras desde las butacas.
“Siempre fuiste un
cobarde, lástima que la oscuridad de la sala no me permitiera verlo en nuestra
primera cita”.
Todos acudimos al cine para dejarnos embaucar por historias
contadas con mejor o peor acierto. Pero, a veces, las historias también surgen
entre las butacas con la misma intensidad, o quizá mayor, que las de la propia pantalla.
Este relato está cuajado de referencias someras al cine
clásico de Hollywood: a sus películas, a sus actores e, incluso, a alguna frase
que ya forma parte del imaginario colectivo, dibujándonos una historia de amor
que, perfectamente, podría acabar siendo el guión de cualquier película.
Esta vez, contamos con la deliciosa voz de Aurora González, que
ya fue mi dulce Nuria en el relato sonoro
“Gabriel”, junto a Alfonso Laguna. Aurora consigue darle ese punto melancólico
que la historia pide, trasladándonos a ese momento en que las luces se apagan
dentro de la sala y, mezclándose con las bandas sonoras de los cines clásicos
al más puro estilo Roxy, podemos ver como evoluciona la “película” que nos
quiere contar.
Logra que nos sintamos espectadores en primicia de una historia
que comienza con el aire bajo la falda en “La tentación vive arriba”. Gracias, Aurora,
por llevarnos de la mano a través de un puñado de líneas que se convierten en
una película para nuestro disfrute. Queda demostrado así el poder de la voz.
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